miércoles, mayo 20, 2009

222-Blanca y radiante...(Trajes de novia, Comunión y Bautismo en el Museo Municipal de Allen)

No sé si se acuerdan los lectores, pero desde que escribí aquella crónica sobre Tomás Orell, el payés del Alto Valle, me hice amiga cibernética del Director del Museo de Allen, que responde al nombre de Lorenzo Brevi. ¡Qué magia la de Internet que permite que estemos al mismo tiempo en Palma de Mallorca y en el Alto Valle! Y todo sin movernos de nuestra casa! ¿Cierto?

Lorenzo Brevi y sus colaboradores trabajan mucho para que la memoria de su gente se mantenga cada día más viva, más alerta y bien que hace, porque sólo la memoria nos evita tropezar dos veces con la misma piedra.
Así es como el recuerdo de los rionegrinos tiene que pasar, a partir de las exposiciones temporales del museo, por evocaciones de su gente, de aquellos pioneros que hicieron nuestro sur. Otras, por trabajos, oficios, herramientas, características ciudadanas y todo lo que atañe a la vida de Allen y sus alrededores.

Pero esta vez, Don Brevi y sus acólitos se nos han puesto románticos. Y son tan lindas las imágenes que me ha hecho llegar, que mi alma “susanítica” (con el perdón de Quino) no ha podido resistirse al llamado de esta crónica.

Es tan fácil imaginar a las muchachas, que luchaban por nuestro sur acompañando a sus padres pioneros, enfundadas en el raso y en la seda cuyos pliegues engalanan el salón…O pensar en la fila de comulgantes, orgullosas de los miriñaques que armaban sus vestidos de organza y plumetí, dirigiéndose a la iglesia ubicada en la plaza principal. También ¿por qué no? ver a los bebés, a punto de “cristianarse", como se decía entonces, al pie de la Pila Bautismal. Esos trajes, esos ramos y tiaras, esos limosneros y capotitas, acompañados de las fotografías correspondientes, dicen todo de una época tradicional y romántica, a veces un poquito ingenua y para algunos un si es no es poco sincera, pero sin duda valiosa y representativa de un tiempo y sus costumbres.

¡Qué hermoso para los familiares de las novias de antaño el encontrar en el museo los maniquíes que representan a sus madres o abuelas en un momento único de sus vidas, trayéndoles una imagen que solamente habían podido imaginar en blanco y negro! Es su propia historia la que esta exposición les brinda. ¿A qué dudarlo?

Por eso, si alguno de ustedes anda por la zona, no deje de visitar a Don Brevi y sus vestidos blancos. Será un modo muy bello de recordar azahares en el valle donde crecen las mejores manzanas de la República Argentina. Y en esos azahares, a todas las familias que hicieron de la Patagonia un sitio digno de enorgullecernos.

Cati Cobas

3 comentarios:

Pilar Moreno Wallace dijo...

Cómo se tiene que disfrutar en ese Museo. Algo que me gustaría visitar.
Hacia tiempo que no me asomaba al blog, siento que me pierdo tan buenos textos.

Abrazos.

CATI COBAS dijo...

Gracias, Pilar. Siempre es una alegría saber que llegamos a lugares tan lejanos como tu Deventer...Besos. Cati

bettyza dijo...

felicitaciones por el emprendimiento. pronto estare por alla para visitarlo.
un beso, betty zatylny , una allense de corazon