viernes, agosto 03, 2007

139-Con bandoneón y bombo; con ximbomba y xeremies (Caticrónica de la integridad)

“Con los que quieren... “Amb els que volen
un lugar para estar ...un lloc per estar
y otro para llegar,... i un altre per arribar,
donde no esté todo servido,... on no tot estigui servit,
donde tampoco esté todo podrido. ...on tampoc no estigui tot podrit.
Yo no quiero formar parte del “jet set”, ...Jo no vull formar part de la “jet set”,
no me creo el superior de los latinos, ....no em crec el superior dels llatins
no se vender, ...no sé vendre,
sí se perder ...sí que sé perdre
pero soy argentino... però som argentí

Pero soy argentino también”.... Però som argentí tambè”


“Pero soy argentino” ( Però som argentí ) Letra y música: Ignacio Copani
Versión libre en catalán: Sebastià Covas Adrover



“Enmig de la mar “... En medio del mar
s´aixeca ma terra ...se levanta mi tierra
fins tocar el cel... hasta tocar el cielo
que es besa en la serra ...que besa en la sierra
banderes de blau ...banderas de azul
jo sóc balear ...yo soy balear
jo sóc de Mallorca... yo soy de Mallorca
català insular... catalán insular


Per la meva història...” Por ésa, mi historia”


“Jo sòc català” (Yo soy catalán) Letra: Pere Capellà/ Música: Biel Mayoral/





Versión libre en Castellano: Cati Cobas



Las dos canciones que anteceden a esta crónica hablan por sí mismas. ¿Verdad?
Para quienes han sido testigos, a través del compartir palabras cibernéticas, no hace falta nada más que la palabra de los juglares para comprender esta gesta tan simple pero tan humana y, a la vez, tan universal.

Igual que las mamás hablan de la semillita y el poroto para explicar el milagro de la vida, yo les he estado conversando desde hace varios años, queridos lectores, de raíces y jacarandaes, de almendros y de ceibos, de botellas y de mares en una empecinada búsqueda de mi otra mitad. Pero como hace ya dos meses que experimento el poder encerrado en el deseo, quiero compartirlo con ustedes. Porque sí, porque por haber sido testigos de la búsqueda, merecen disfrutar las mieles de este reencuentro tan especial como el de la germinación de las legumbres.

Magdalena, mi fino hilito que me mantenía apenas unida a aquellas ramas familiares fue el punto de partida, la vocera de la buena nueva, del regreso de la oveja perdida más allá del Atlántico. Pero a partir del primer mensaje de Ángela, mi bella sobrina que vive en Madrid, en mi blog, aquel 7 de junio, y de la cartita de Joana Aina, su encantadora hermana, al día siguiente, se reestableció un vínculo que permaneció trunco por más de cuarenta y cinco años, y no quepo en mi de gozo. Por ellas y por sus padres, supe de la existencia de un muro con el nombre de mi papá intacto en la pared de piedra del molino familiar, y pude verlo. Y fue también por su generosa intervención que estoy viviendo la inenarrable experiencia de haber hallado a mi “alter ego” varón y mallorquín, tan joven y entusiasta, vital y consecuente que emociona, en la figura de mi primo Sebastià, hijo del menor de los hermanos de mi padre.

Sebastià, de quien podría citar infinitas cualidades acompañadas por una formación académica excelente, es, además, Profesor de Catalán, y desde el primer día se ha empeñado en devolverme la identidad añorada con un tesón solamente equiparable con el mío por encontrarlo a él, sin saber bien de su existencia.

Desde que apareció en mi vida, ésta se ha llenado de molinos de viento que soplan aires entrañables porque tiene una cultura hecha de bibliotecas, combinada con las viejas artes campesinas, que despunta sembrando tomates en su huerto, cuidando sus abejas y extendiendo sus redes en el Mar Mediterráneo.

Creo que esa alma de pescador empedernido le ha permitido echarlas, más allá de Gibraltar, de una manera extraordinaria, para incorporar la existencia de esta servidora a otras que transcurrían tan, tan lejos. Es tan original este primo mío que se las ha ingeniado para realizar una fiesta transatlántica con el solo empleo de un teléfono y sus ganas.

Imaginen la tarde de un domingo de invierno en Buenos Aires. Imaginen, al mismo tiempo, una reunión de Sebastià con su mujer e hijos, sus padres y hermanos en la casa solariega donde realizan una merienda campestre, a la vera de un muro de piedra secular.

El teléfono pasa “de mano en mano” pero, esta vez, como moneda auténtica de cariño acumulado en tantos años de silencio. Cada uno de los asistentes a la fiesta habla, y yo puedo hacer otro tanto con ellos, mientras un lagrimón digno de Gardel y Le Pera se me “pianta” sin poder contenerlo. Ellos disfrutan, felices, de la luna llena mallorquina y del pan con “trempó” ancestral, y yo de ellos y de ese regreso a un lugar en el que nunca estuve pero que, sin embargo, me resulta tan familiar como para sentirme en él a miles de kilómetros.

El hijo mayor de Sebastià, S.-Jaume me cuenta, con infinita ternura, con qué alimenta la burrita mientras mi esposo y mis hijos me contemplan asombrados, preguntándose, tal vez, por qué su esposa y mamá se les aparece iluminada en esa tarde tan gris y melancólica. Y Aurora, mi madre, sobrevuela, en silencio, la escena, como diciendo: “esta hija mía es de una terquedad irredimible…”

El remate es un sobre gordísimo, con música en Catalán que, acompañando al Ressò con mi primera crónica publicada en Campos, me ha traído las voces de Lluís Llach, María del Mar Bonet y Biel Mayoral, entre otros. Y yo, que soy una ferviente defensora de la importancia de la educación y la crianza en la constitución del ser humano por encima de lo que la Genética pueda transmitirle, he vibrado con una emoción sólo entendible a partir de la memoria de las células.

Por fin he encontrado la respuesta integradora. Soy bombo y ximbomba, bandoneón y xeremías. Así me asumo, desde hoy en más. Mi música será distinta a partir de ahora: porque, por fin, podré combinar el sonido de mis raíces con el lamento de Piazzola, sumado a alguna una chacarera santiagueña, en esta realidad argenta y cotidiana.

“Vida: nada me debes
Vida: estamos en paz”

Cati Cobas

1 comentario:

Anónimo dijo...

Quiero dejarte aquí también un comentario Cati, ya que Yahoo me anda hacienndo trastadas y "comiendo " mensajes.
Me ha gustado mucho , como todo lo que escribes.
Un abrazo
lola Bertrand