martes, diciembre 13, 2005

71 Algún reproche para Eladia



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(Sobre "El corazón al sur" de Eladia Blázquez, 1975)

E.: "Nací en un barrio donde el lujo fue un albur,
por eso tengo el corazón mirando al sur.
Mi viejo fue una abeja en la colmena,
las manos limpias, el alma, buena..."

C.:Me muero de envidia por las cosas que supiste decir, Eladia. Hablás
por mí. Mi viejo también fue una abeja en la colmena. Y me hacés
llorar cuando te escucho.

E.: "Y en esa infancia, la templanza me forjó,
después la vida mil caminos me tendió,
y supe del magnate y del tahúr,
por eso tengo el corazón mirando al sur".

C.: ¿Por qué te fuiste del barrio? ¿No sabés que irse es
empezar a morir un cachito cada día? Como si los magnates y los
tahures fueran adecuados para las muchachas como vos y como
yo. Siempre me pregunté qué extraño berretín te había empujado al
norte. ¿No te dabas cuenta de que por ahí no hay glicinas, ni
malvones, ni lacitos de amor en las macetas?
Vivir a contrapelo no es para todos, y más si naciste acá, en el
sur, donde yo todavía pateo adoquines.

E.: "Mi barrio fue una planta de jazmín,
la sombra de mi vieja en el jardín,
la dulce fiesta de las cosas más sencillas
y la paz en la gramilla de cara al sol".

C.: Claro, el asado del domingo, el café con leche y el matecito tibio
cebado por manos que nos quieren. Una radio trasmitiendo el partido,
una vecina que riega las plantas. La dulce fiesta cotidiana que no
puede vivirse igual en Ayacucho y Santa Fe que en San Juan y Boedo,
eso, seguro.
Pero también te comprendo: necesitabas alzar vuelo y hacer que todos
conocieran tu trabajo. Si te hubieras quedado apichonada por acá,
nadie te conocería. El "marketing" se construye de la Avenida Rivadavia para
arriba.

E.: "Mi barrio fue mi gente que no está,
las cosas que ya nunca volverán,
si desde el día en que me fui
con la emoción y con la cruz
¡yo sé que tengo el corazón mirando al sur!"

C.: Compartimos, piba, los dolores por la gente que se fue, por esas
cosas que ya no existen. Por la gauchada, por el beso tibio del
primer amor, por las abuelas sentadas en la vereda en las tardes y noches de verano. Por la honesta
vida de los laburantes de los años cincuenta y sesenta en los que
vos y yo nos criamos. Por la sana alegría de vivir en un barrio, que
nunca pude compartir con mis hijos, porque cuando ellos nacieron, ya
había desaparecido, tal como lo conocimos vos y yo. Compartimos,
también, dolores por esta tierra arrasada de mil formas que, sin
embargo, ¿sabés? parece que se niega a morir sin pelearla.

E.: "La geografía de mi barrio llevo en mí,
será por eso que del todo no me fui,
la esquina, el almacén, el piberío
los reconozco...son algo mío..."

C.: La geografía del mío la tengo enquistada en tecnicolor: los
rojos techos de Cafferatta, los verdes del Parque Chacabuco, los
grises de un San Juan y Boedo que suenan más a tango que nunca en la
cara asombrada de los turistas, y muy cerquita: Centenera y Tabaré
frente a la Esquina del herrero: "barro y pampa", donde un bronce,
con la figura de Homero Manzi, nos habla de un poeta de lujo nacido
acá nomás, a quince cuadras.

E.: "Ahora sé que la distancia no es real
y me descubro en ese punto cardinal,
volviendo a la niñez desde la luz,
teniendo siempre el corazón mirando al sur."

C.: ¡Ay, "gallega"! Este final es maravilloso, y me da consuelo para
poder aceptar que te fuiste de Buenos Aires para siempre. Tus tangos
no van a morir, nos van a seguir diciendo de tu amor por esta tierra,
y nos van a traer siempre un dulce, iluminado, olor de madreselvas.

Cati Cobas

Eladia Blázquez: (de www.elportaldeltango.com.ar
)

Cantante y compositora.

Blázquez fue una prolífica autora, cantante, compositora, pianista y
guitarrista. Nació en el seno de una familia española el 24 de
febrero de 1931 en la localidad bonaerense de Avellaneda, a la que
se refería en el tango Sueño de barrilete.

A los ocho años, ya era profesional: cantaba y tocaba la guitarra y
el piano. Poco después llegaron sus primeras composiciones –a los 11
años compuso el bolero Amor Imposible- y cursó sus estudios de
perfeccionamiento vocal en la academia de Luis Rubinstein.

Durante su carrera incursionó en distintos estilos y en 1968 su
balada "No es un juego el amor" ganó el Segundo Festival Buenos
Aires de la Canción. Desde 1970 se metió de llenó en el tango. Su
canción más popular y recordada es "Honrar la vida".
Murió hace muy poco, en agosto de este año. Sus composiciones tratan sobre la
melancolía y la esperanza, la vida cotidiana, y la expresión del
dolor y la frustración en la Buenos Aires de hoy. Entre otros
temas de su autoría están: "Sin piel", "Sueño de barrilete", "María
de nadie", "Qué buena fe", "Amor sin aventura", "Domingos de Buenos
Aires", "Contame una historia", "Mi ciudad y mi gente", "Desnuda la
ciudad", "Retazos"," El corazón al sur", "Convencernos", "Humano"
y "Cerrame la ventana".

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