martes, diciembre 13, 2005

74-La línea chismosa (Divertimento coloquial)



Archipiélago

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¡No me digan nada! ¡Tengo una "depre" que no me la va a quitar ni siquiera Cheyenne, David Bisbal o Diego Torres! Es que las líneas telefónicas también sufrimos depresiones. Eso de ser canales decomunicación deja los nervios (perdón, los cablecitos de cobre)absolutamente estropeados. Oímos cada tontería. Y, a veces, problemas gravísimos, que nos dejan un sabor de boca tan amargo que para reponernos debemos rogar que nuestros usuarios se ganen el Loto , por lo menos. Nuestra capacidad de empatía y amor al prójimo son enormes e independientes de lo mal que a veces nos tratan los técnicos de las compañías. Nosotras llegamos a querer al usuario, a dolernos de sus dolores y alegrarnos con sus éxitos. Además -y es lo peor-tenemos tan buena memoria …Bueno, amigos, paso a contarles: temo por mi vida. He comprendido que los celulares vienen arrasando, y que en cualquier momento se prescinde de mi. Soy bastante buena para las analogías, y al analizar las conversaciones de dos de mis usuarias preferidas no he podido ignorar el paso inexorable del tiempo y sus efectos, lo que va de ayer a hoy; en fin que he sacado la conclusión de que todo envejece, ¡hasta las charlas telefónicas! Díganme pues, qué esperanza me cabe de un mañana mejor. Voy derechito a la fundición.Y si no, presten atención.
Como para muestra basta un botón, les voy a transcribir algunos fragmentitos de los diálogos que a lo largo de estos últimos treinta y cinco años han mantenido dos de mis usuarias, una de Telefónica (al Sur de la ciudad) y la otra de Telecom (al Norte). Las conozco desde que ambas concurrían a la Universidad. Y me tienen seriamente preocupada porque me parece que les ha tomado un "viejazo" sin retorno. Viejazo que amenaza con tomar mi alicaído espíritu. Ya verán ustedes:
1º de diciembre de 1968
-Hola, flaca, te llamo por los apuntes de Estabilidad. ¿Me los podrías devolver? Quiero rendir en la primera fecha de Diciembre,así después me queda sólo Historia, y el primero de enero ya estoy en Mardel.
-Mirá, anoche salimos con Carlos. Fuimos a Enamour en Olivos, y no pude terminar de copiarlos. Son muchas hojas. Te puedo dictar lo que necesites.-Bueno, después te llamo para eso. Callate, que yo estoy preparando los de Historia con carbónico y da un trabajo apretar tanto la birome…
-Claro, pero así vamos a poder prepararnos apuntes las cuatro sin necesidad de copiar todo. Cada una desarrolla un tema y nos evitamos un montón de trabajo.
-¿Ya empezaste a preparar el traje para la fiesta del quince? Esteban va a ir vestido de hippie, Yo de "chárleston", ¿y vos?
-Yo, de conejo.
-¿No me digás que tu papá te va a dejar ir como las de Play boy!
-Noooo, de conejo, dije, con un overall de peluche rosadito, ¡divino!
-Pero ¡te vas a morir de calor en pleno diciembre!-No me preocupa, me parece divertidísimo el disfraz, y además, así se disimulan los cuarenta y tres kilos y que estoy tan tabla rasa por delante como por detrás.
-Estás bárbara. ¿No la viste a Twiggie?
-Sí, pero me parece que a Carlos le gustaría que tuviera un poquito más por aquí y otro poquito por allá.
-Bueno, a mí me pasa al revés: me rebanaría de buena gana una partede mis…Carlos estudia medicina ¿no?
-Sí, y se va a especializar en cirugía plástica, así que algún día algo podrá hacer por nosotras…
1º de diciembre de 1978
-Hola, Pili, te llamo porque estoy tratando de cocinarle algo rico aEsteban. Perdí la fotocopia con la receta del goulash que me pasaste el otro día en el estudio.
-Si querés, te la mando por correo porque es muy larga. Olivos yCaballito no quedan a la vuelta, y leértela por teléfono ahora, con el teléfono medido, nos va a costar un ojo de la cara.
-¿Te dije que me compré el bikini verde que vimos la otra vez enSanta Fe?
-¿No tendrías que haber esperado a que Carlos te pusiera las siliconas?
-Mirá, lo pensé mejor, y como estamos pensando en encargar un bebé,mejor espero…
-Sí. A mí me pasa algo parecido, Esteban dice que le gusto tal cual, mejor que tu marido opere a las otras pacientes. Yo empiezo aencariñarme con mis "lolas". Hay peores. Y se está empezando a usar el busto un poco más abundante.
-Bueno, ¿te mando la receta?
-Sí, mandámela, que la semana que viene tengo una cena para veinte, y aunque el goulash es comida de invierno, todos quieren probarlo. Se ve que andan bien del estómago, y las calorías no les preocupan.
1º de diciembre de 1980
-Hola, Marta, disculpame que te jorobe a esta hora. Ya sé que Florencia duerme, y el teléfono puede despertarla, pero estoy tan preocupada…Carlitos amaneció con la cola hecha un tomate. ¿Vos qué pañales usás para Florcita?
-Yo, Mimititos Rosamor: ¡son divinos! Aunque venga tarde del estudio, y Mabel no la haya cambiado, la gorda tiene la cola sequita. Te los recomiendo.
- Ya que hablás de recomendar: ¿qué crema te recomienda tu marido para las patas de gallo? El otro día me descubrí una, ¡qué inmundicia!-Mirá, lo mejor es no estirártelas al ponerte crema, si no se te hacen más notorias. Mucha gimnasia facial y chau.
-La verdad, después del embarazo empecé a pensar en ver a tumarido, las estrías me tienen rodeada.-Pero esas desgraciadas no se van. Son como la celulitis: lleganpara quedarse.
-Bueno, Pili, te dejo, ya sabés la marca de los pañales. Me voy aprepararle una ensalada a Esteban. Con este calor sólo quiere algo livianito.
1º de diciembre de 1990
-Hola, Pili, disculpame, pero te tengo que consultar algo: ¿dónde le alquilás los disfraces a Carlitos? Florencia tiene una fiesta de fin de curso y se tiene que disfrazar de hada.
-¿Te acordás cuando me disfracé de conejo? ¡Qué calor!-Sí. Ese día me enganché con Esteban. ¡Aquel baile fue tan lindo!
-Bueno, decime rápido la dirección de la casa de los disfraces porque me viene a buscar Esteban. Tenemos una cena con los gerentes de su empresa. Y después nos vamos para el country. La fiesta de Florcita es recién el miércoles.-Ponete el vestido azul. Ese escote te favorece, y te disimula la cadera.
-¡Buena idea, Pili! Sos una amiga, realmente.
1º de enero de 2001
-Hola, Marta, te jorobo porque necesito hablar con Héctor, el marido de Susana, y vos sos la que tenés los teléfonos de todas…
-¿Pasa algo?
-Sí, callate. Se nos quedó toda la plata en el corralito. Y como él trabaja en el Nación, por ahí puede hacer algo.
-No me hablés de corralito! A nosotros se nos quedó toda la plata dela venta del country. Ya no podían aguantarse las expensas, vendimos, y ahora no sabemos cómo va a terminar todo.
-Tengo miedo de que a Esteban le dé un infarto del disgusto…
-No me digas. Yo lo miro dormir a Carlos, y parece tenso hasta durmiendo, pobre… ¡tantas responsabilidades!-Bueno, por lo menos no nos pasó nada el 20 de diciembre. Esteban se salvó de milagro… Trabaja a dos cuadras de la Plaza de Mayo.-Menos mal.
-Bueno, dame el número, y otro día la seguimos…
-Mirá, mejor te pongo un mail con todos los datos, porque ahora nolos encuentro. O si no, te los "faxeo".
1º de diciembre de 2005
-Hola, flaca…
-¿???? ¿Flaca? ¡Nena! Estoy con setenta quilos encima, y no me puedo sacar ni uno. Ya ruedo
-Bueno, no será para tanto.
-Mirá, no me falta nada. Ando con un lío bárbaro con el dentista.
-¿Dentista? No me hablés, que necesito más puentes que una carretera de Entre Ríos. Y cuestan una fortuna.
-Ah, sí… Y yo, con los implantes... Hasta que Carlos no haga dos o tres pies diabéticos corridos no puedo ni empezar a hablar del tema.Para reírme me tengo que acordar de hacerlo sólo del lado izquierdo,si no el agujero es digno de una galaxia.
-¿Agujero? Agujero es el que me quedó en el bolsillo después de la artroscópica de rodilla que se tuvo que hacer Esteban. Se cree quees un pibe, y el fútbol ya no es para él. Pero, ¿quién lo convence?
-Ah, una cosa: ¿qué marca de pañales usás para tu mami?
-Yo, a la mía, le pongo Nonisec, pero no le aguantan nada… ¿Y vos, a la tuya?...
Como comprenderán, queridos lectores, si han tenido paciencia de llegar a este punto, no puedo esperar demasiado del futuro, a juzgar por la debacle comunicativa en que están sumidas mis usuarias. Pero no claudico. A pesar de todo: mientras hay vida, hay esperanza. Y por ahí, muy pronto, las escucho conversando de nuevo sobre las actividades divertidísimas de algún Centro de Jubilados ubicado en Belgrano, a mitad de camino entre Caballito y Olivos.


En cuanto a mí, pienso dar batalla muchos años más, aunque entre los celulares y los mails me haya vuelto casi prescindible. Sé que el encanto del tubo del teléfono en la oreja no es comparable con nada a la hora de un encuentro entre amigas que no pueden verse todos los días cara a cara. Y esa es mi esperanza de supervivencia.Desde ya les digo que deseo fervientemente que tanto mis usuarias como yo, seamos tan longevas y sanas como la vida nos permita.
Hago votos porque así sea.

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