miércoles, mayo 30, 2007

127-Nos vamos "a los caños", con la ayuda de "Gran Hermano"



Ya sé que las “señoras grandes” deberíamos pensar muy bien antes de inyectar un pensamiento para no ser convertidas en “viejas decrépitas” antes de tiempo.
Pero les pido por favor que me permitan un desahogo porque voy a reventar, aunque no sé si de indignación o de insidiosa envidia, todavía lo estoy considerando.

La tele ya venía “en falsa escuadra y se ladeaba se ladeaba para el lado del fangal” desde hace mucho tiempo. Tanto, que alguna vez me encontré añorando al ampuloso Zar, don Alejandro Romay y sus Comedias Favoritas, sus Altas Comedias y sus Grandes Valores del Tango, con peluquín de Silvio Soldán incluido. ¡Volvé, Romay! ¡Te perdonamos hasta los “9 de Oro” truchos!
Y qué decir del cubano Goar Mestre…¿No podríamos hacerle un pedidito a San Pedro para que nos lo reenvíe a Canal 13, aunque sea para llevarse a Tinelli y a Suar a pasear por el Caribe?

Estoy harta hasta la pudrición de tumberos, de mujeres asesinas y de sordideces varias. Estoy más harta, todavía, de programas “periodísticos” que repiten día y noche las escenas de “Gran Hermano” y “Bailando por un sueño”, mientras “Vientos de Agua” se trasmite a las doce de la noche y “Algo habrán hecho”, un interesante y ágil análisis de nuestra Historia, de Felipe Pigna y Pergolini no tiene “raiting” suficiente como para continuar hasta nuestros días.

Si veo una sola teta o una sola nalga más agrediendo a pura silicona mis apachurradas redondeces voy a explotar sin solución, me digo. Pero todavía no llegó lo peor…

Ahora se ostenta “el objeto” (esa parte anatómica masculina que uno sabe que todos los varones tienen y a la que alguna vez se le puede echar un ojito muy subrepticiamente, pero que nadie que se precie de educada andaría mirando con unción). Por más que me confiese admiradora de algún negro atorrante que por ahí cuadre, creo que ni a Chayanne que es el que más lo revolea o al veterano Sandro, que ha hecho de sus partes pudendas un homenaje a Elvis y su pelvis, se les ocurriría andar hablando de sus “¡bultos!”, como ha hecho Marcelito al referirse a la generosa dotación anatómica con la que cuenta el soñador de Iliana Calabró.

Pero el colmo, el verdadero colmo, lo vi el lunes cuando me senté a ponerle pañitos fríos en la frente a mi Fernando, que se pescó una gripe de órdago con cuarenta grados de temperatura. El querubín, a pesar del delirio, tenía el televisor en el programa “Bailando…” en el que no encontraron nada mejor que hacer “el baile del caño”.
¿Dije pañitos? Toda la producción de la casi extinguida Fábrica Argentina de Alpargatas no alcanzaría para menguar la fiebre de los espectadores de dicha “danza” que han tenido la brillante idea de aportar a la televisión desde los lupanares más abyectos. ¡Tendrían que ver los ojos de mi mamá, que se va a dormir apenas termina de mirar la novela de Laport, al contemplar a las chicas y muchachos no dejando un lugarcito a la imaginación en cuanto a movimientos y sacudones, a piernas abiertas y vulvas apenas encubiertas por mínimas tanguitas, a trastes sacudidos hasta el hartazgo en las narices de los televidentes y de los muchos niños que constituían la platea del espectáculo!

No soy presidenta de ninguna liga de moralidad, les aclaro, pero esta situación, junto con la exhibición de miserias humanas de los “Gran Hermano” me tiene un tanto sublevada, pero lo que me tiene peor, realmente, lo que me saca de quicio y no me deja dormir -debo reconocerlo- es pensar cómo hacen la Calabró, la Morales, la Fullop y tantas otras para lograr esos cuerpos esculturales hasta el paroxismo. ¡La envidia me carcome!

Ahora los dejo. Me aguarda mi “coach” porque ya arregle con la producción, y tengo que entrenar en el caño, para la próxima versión del programa en el que participaremos Pinky, Nelly Prince, la Legrand y esta servidora, en carácter de “invitada especial”, entre tantas glorias de la televisión, para delicia de los espectadores.

Muchachos: ¡los esperamos! ¡A preparar las sungas! Aunque realmente siento que con tanta exhibición impúdica y tanta basura televisiva, nos vamos "a los caños", eso sí: con la ayuda del "Gran Hermano"

Cati Cobas

3 comentarios:

Anónimo dijo...

“Algo habrán hecho”, un interesante y ágil análisis de nuestra Historia,

DESAPARECE!
Me hacian hacer resumenes para el coelgio mirando ese programa, es lo peor que puede existir :E
que te pasa? :E

CATI COBAS dijo...

¿Qué te pasa? Ojalá a mí me hubieran hecho hacer resúmenes con eso y no con el libro de Ibáñez...Cati Cobas

Anónimo dijo...

Que un chico de 12 años se tenga que sentar una hora a la noche a ver ese programa, para encima despues tener que hacer un resumen de lo que vio no es normal.
En todo caso lo tendrian que pasar en la esccuela.
¿QUÉ SI TUVE LA IMPOSIBILIDAD DE VERLO?