Por eso, tal vez, nada de lo que vi en Esporles me resultó ajeno. Por el contrario, fue como hacer realidad esas imágenes que me acompañaron toda la vida, aunque Son Verí fuese una posesión de llanura y ésta en la que estábamos tuviera un enclave prodigioso en la montaña.
En un sitio muy cercano al paraíso, con verdes de lo más variados, suma
Cada carruaje, cada herramienta, cada rinconcito vuelve una y otra vez a las manos laboriosas. Una y otra vez y siempre las benditas manos. Esas, que conocí tan bien acá, en Buenos Aires, a través de los míos y de los muchos amigos y paisanos inmigrantes que formaron parte del paisaje de mi infancia.
El telar, el huso, la lanzadera, los bolillos se sumaban al arado y la
No voy a poder olvidarme de los jardines de ese lugar muy fácilmente. ¿Cómo hace tanto tiempo atrás pudieron aquellos
Aunque hay quienes sienten que todo el sitio no es más que una escenografía montada para algún alemán desprevenido, para mí ha sido inolvidable porque me ha permitido recrear en el siglo XXI todo el acervo heredado a través de los abuelos. Y mientras almorzábamos en el hermoso restaurante con que La Granja cuenta, pensaba que cuando nuestras familias mallorquinas vengan a visitarnos no podrá faltar en los paseos alguna elegante estancia bien campera, donde podamos nosotros también hacer gala de tradiciones y costumbres argentinas y bien gauchas.
La tarde promediaba, pero nos aguardaban todavía un sinnúmero de emociones. Mientras veíamos bailar a los payeses y Joana Aina y Apolonia aprendían sobre el encaje de bolillos, yo comenzaba a imaginar nuestra llegada a un jardín que también formaba parte inseparable de mi niñez a través de fotografías que cruzaban el Atlántico: el delicioso jardín de mi prima Juana, en Pla de na Tesa, vecino a Sant Marçal, en Marratxí. Muy cerca del recordado Son Verí de las historias del abuelo.
Sin duda, sus manos callosas, trabajadas, nos bendecían más allá del tiempo y las distancias…
Cati Cobas
2 comentarios:
Bonitas fotos, y maravilloso relato del viaje es como volver a disfrutarlo
Buenos días mi Cati querida. ¿Qué decir del texto, las fotos, las pinturas de Jorge? tooooooooodo me gusta.
Insisto en que el blog pesa mucho y debías hacer un apéndice.
Un besote muy grande y no olvides lo mucho que te quiero
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