
5 y 6 de febrero de 2008
“Más allá del horizonte”
Miquel y su sueño abordaron, acompañados por Apolonia, el ómnibus que los llevaría al Sur del Sur de la Provincia de Buenos Aires. Llevaban un mapa que habíamos obtenido a través del Google y tres fotografías centenarias como guía.
En esas fotos se veía a nuestros padres niños en tiempo de cosecha, junto a la máquina que tanto añorara mi tío Antonio allá, al volver a Mallorca, donde toda la faena de siembra y siega se hacía a mano. Se observaba, también, un ángulo de la casa de barro y paja, característica del campo argentino, en medio de la pampa, de la llanura que se extendía más allá del horizonte. Las pocas referencias con que contaban los exploradores eran que la vivienda se encontraba cerca de Paso

Con tan poquito, el padre de la Adela
¡Es tan difícil llevar sobre los hombros las nostalgias ajenas y hacerse cargo de ellas, Miquel…! ¡Tan difícil…! Y a la vez… ¡Cuánta fuerza nos dan esas nostalgias!

Y tuvieron su premio, no lo duden, porque cuando ya habían perdido la esperanza, apareció ante sus ojos la escuela donde mi tío Antonio estudiara hace casi cien años y, poco más allá, el viejo puente sobre el río y los restos de una construcción que si no lo fuera, merecería ser parte del antiguo hogar de arrendatarios de nuestros abuelos Miguel y Catalina.

Puedo imaginar a mis primos tomando un poco de nuestra tierra negra, generosa y húmeda para llevarla, como prenda de u

Estoy segura de que el murmullo del agua del Río Sauce Grande les devolvió los ecos y las risas de los tres hermanos, mientras posaban para el fotógrafo que los inmortalizara a través del tiempo y las distancias.
(Continuará)
Cati Cobas
1 comentario:
Se me olvidó comentar esta parte la otra noche; está bárbara, Cati.
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